Preocupación por el futuro del Presupuesto Participativo en Medellín
La injerencia de grupos ilegales que se
estarían apropiando parte del Presupuesto Participativo en Medellín (calculado
en 151 mil millones para 2016), es uno de los problemas que más preocupa a
analistas y concejales.
Desde 2004, Medellín implementó un programa
de Planeación Local y Presupuesto Participativo, a través del cual los
ciudadanos pueden decidir en qué quieren invertir una parte del recurso anual
de la ciudad. Pero en años recientes, esta política pública enfrenta
adversidades que amenazan su continuidad.
Tres grandes problemas afectan al programa
de Presupuesto Participativo en la capital de Antioquia: la dependencia del
gobernante de turno, los tiempos del proceso y la injerencia de los grupos
ilegales. Así lo determinó el sociólogo Ómar Urán Arenas, socio del Instituto
Popular de Capacitación (IPC), doctor en Planeación y Estudios Urbano
Regionales y una de las personas que asesoró la implementación inicial del PP
en la ciudad.
“No se trata de decir que todo el
Presupuesto Participativo está mal o que todas las comunas presentan un estado
crítico”, advierte Omar Urán, sino que es necesario tomar medidas para corregir
las falencias, porque “lo peor que podría ocurrir es que el programa termine
siendo eliminado como política pública, significando un retroceso democrático
para la ciudad.”
Lo que está en riesgo es un programa que
maneja el 5% del presupuesto anual de libre inversión de Medellín y que da la
posibilidad a los habitantes de priorizar esos dineros para atender necesidades
de sus barrios, bien sea en infraestructura, educación, cultura o deporte. Para
2016, se priorizaron 396 proyectos que costarán 151.000 millones de pesos y se
ejecutarán en las 16 comunas y 5 corregimientos de la ciudad.
Pero los alcances y el buen manejo del PP
dependen en gran medida de la voluntad política de cada alcalde. Ese es un
primer inconveniente que identifica Ómar Urán, quien considera que el anterior
mandatario, Aníbal Gaviria Correa, le restó potencial a este programa al
complejizar la participación ciudadana y priorizar otras estrategias como
las Jornadas de Vida y Equidad.
Un segundo inconveniente está relacionado
con el tiempo, porque las comunidades necesitan desarrollar con agilidad las
obras o proyectos, pero el municipio suele incurrir en retrasos de ejecución o
entrega de recursos. En ocasiones los beneficiarios pasan más de medio año
esperando el desembolso del dinero, ya sea para desarrollar un periódico,
construir un muro de contención o adelantar un programa educativo.
En últimas, explica el sociólogo, “esto
termina afectando la calidad de los productos y procesos, en la medida en que
obliga a ejecutar, en tiempos muy cortos, lo que técnica y socialmente
requeriría más plazo.”
Y el tercer problema, tal vez el que más
preocupaciones genera, consiste en la injerencia de grupos armados ilegales
que, valiéndose de diversas estrategias, terminan apropiándose de una parte de
los recursos que llegan a las comunidades a través del PP.
Según Ómar Urán, es necesario hacer un
estudio serio que permita identificar las zonas donde están ocurriendo esta
situación pues, “en términos estrictos, desvirtúa toda la filosofía de
democracia, transparencia y eficacia en la inversión pública, que ha inspirado
los presupuestos participativos.”
Por eso considera que “la Alcaldía tiene el
menester de identificar cuáles comunas son críticas en este aspecto para
implementar allí otras lógicas, transparentes y eficaces, en la asignación de
recursos.” Pero agrega que al mismo tiempo se debe mantener y fortalecer el
proceso de PP en las comunas y corregimientos donde no exista este
inconveniente.
Para buscar alternativas a estos problemas,
propuso Ómar Urán, la Alcaldía debe abrir un debate constructivo con las
organizaciones sociales y comunitarias de la ciudad, y especialmente con el
Comité Municipal de Presupuesto Participativo.
A lo cual agregó, que se deberían
implementar indicadores que permitan medir, a nivel de comuna-corregimiento, la
forma cómo se gasta y ejecuta el PP.
Concejo
Municipal preocupado por el futuro del PP
A propósito de las dificultades que enfrenta
el Presupuesto Participativo y el futuro que tendrá este programa con la nueva
Alcaldía, en cabeza de Federico Gutiérrez, el Concejo de Medellín citó un
debate el pasado 17 de febrero para analizar la problemática del PP en la
ciudad.
Allí, de acuerdo con el comunicado del
Concejo, el secretario de Participación Ciudadana, Andrés Felipe Bedoya Rendón,
manifestó el compromiso de la Administración Municipal para realizar campañas
que den a conocer el programa y sus alcances, con el propósito de
garantizar la participación ciudadana y la democracia.
Al término de la sesión, los concejales
pidieron “aumentar los recursos del PP e implementar mecanismos de control más
eficaces para garantizar la participación de la ciudadanía.”
Durante el debate, el concejal Bernardo
Alejandro Guerra Hoyos, criticó la manera como se terceriza la ejecución
de proyectos y la calidad de las obras. En ese sentido, hizo una denuncia
contra la empresa ATA de Armenia, por el deterioro y la entrega de obras
inconclusas en la Comuna Uno.
El Concejal también pidió investigar a la
empresa Portafolio Verde por las deficiencias en el montaje de 19 huertas
urbanas, contrato que ascendió a los 150 millones de pesos.
Para rematar, Guerra Hoyos preguntó qué
relación tiene alias “Pícolo”, delincuente de la Comuna Uno, con las empresas
Ata, Gordillos y Asociados, y Territorio Verde.
Por eso, el concejal Jesús Aníbal Echeverri,
del partido de La U, uno de los citantes del debate, advirtió que el
presupuesto participativo “deber ser serio y responsable con la
contratación, así como con las interventorías y auditorías, las
cuales deben dar garantía en la ejecución de los proyectos y evitar que se
politicen.”
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